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Banco Mundial mantiene estimados de crecimiento para México, PIB crecerá 2.3% en 2024
Silvia Rodríguez
México registrará una moderación en su crecimiento económico, entre otros factores, debido al impacto de la política monetaria restrictiva que ha implicado altas tasas de interés
El Banco Mundial mantuvo sin cambio sus estimados de crecimiento para la economía mexicana, respecto a las previsiones hechas el pasado mes de abril. Estima que en 2024, el producto interno bruto (PIB) crezca 2.3%; en 2025, 2.1%; y en 2026 alcanzará una tasa de 2%, lo que implica una desaceleración, luego de haber crecido 3.2% en 2023.
En su más reciente informe “Perspectivas Económicas Globales”, el Banco Mundial señaló que la moderación en el crecimiento en México se atribuye a una flexibilización anticipada de la demanda interna después de años de crecer por encima de su ritmo potencial, reflejo de una reducción de la capacidad ociosa y una política monetaria restrictiva.
Sobre este último punto, precisó que la política monetaria se ha mantenido restrictiva a pesar del reciente recorte de las tasas de interés, ya que la inflación si bien está en descenso, se mantiene por encima del objetivo del banco central, lo que probablemente seguirá restringiendo el crecimiento en el corto plazo.
Sin embargo, apuntó el Banco Mundial, como se prevé que la inflación y las tasas de interés caigan a finales de este año, se espera que la inversión y el consumo repunten en 2025 y se prevé que la política fiscal se expanda en 2024 y se consolide en 2025, ya que este año se llevarán a cabo varios programas sociales y de inversión pública que finalizarán en el siguiente.
Crecimiento en América Latina
Para América Latina y el Caribe, el Banco Mundial prevé que el crecimiento económico se debilite aún más, a 1.8% en 2024, debido a las elevadas tasas de interés reales en 2023 y al débil crecimiento del comercio en 2024.
El crecimiento para 2024 se revisó a la baja en 0.5 puntos porcentuales, respecto a las proyecciones de enero pasado, principalmente debido a la reducción de las exportaciones regionales y a un marcado deterioro en las perspectivas a corto plazo para Argentina, donde se espera que las medidas de política fiscal y monetaria necesarias para abordar los desequilibrios crónicos causen un impacto temporal.
No obstante, se espera que el crecimiento económico en la región aumente a 2.7% en 2025, a medida que las tasas de interés se normalicen junto con una menor inflación.
El Banco Mundial explicó que en América Latina y el Caribe, el crecimiento se debilitó en el último trimestre de 2023 en la medida que se transmitieron los efectos de las políticas monetarias, pero los indicadores recientes sugieren que la actividad se ha fortalecido a principios de 2024, aunque la mejoría no ha sido generalizada en toda la región.
Señaló que los indicadores de actividad mostraron repuntes parciales en algunos países durante el primer trimestre del año, mientras que el comercio regional sigue débil. La confianza empresarial se ha mantenido positiva en Brasil y México, ha mejorado en Colombia y se ha recuperado en Argentina después de un fuerte deterioro en los primeros meses del año.
Y los índices de gerentes de compras han indicado una mejora de la actividad en Brasil y México, pero han caído a niveles débiles en Colombia. Los indicadores mensuales de actividad económica en Chile y Perú también han sido positivos, mientras que en Argentina, datos recientes indican continuas caídas de la producción, excepto en la agricultura.
Riesgos
El Banco Mundial advirtió que los principales riesgos en América Latina y el Caribe se relacionan con grandes déficits fiscales, pues plantean preocupaciones sobre la estabilidad financiera; además, una inflación subyacente persistente podría exigir posturas de política monetaria más restrictiva a lo esperado.
Otros factores de riesgos para la región se relacionan con una debilidad adicional en el sector inmobiliario de China que podría afectar las exportaciones en algunas economías latinoamericanas y el cambio climático sigue planteando riesgos, incluidos efectos más fuertes de El Niño y desastres naturales.
Fuente: Forbes México